miércoles, 27 de octubre de 2010

El comportamiento agresivo en la infancia.

Vamos a meternos en materia.

Cada vez es más frecuente ver a niños con pataletas, llantos desesperados e incluso pegando o amenazando a los adultos que los acompañan. La situación nos resulta familiar ¿Verdad?
Vamos a hablar de esas conductas y vamos a exponer diferentes maneras de evitarlas.
La conducta agresiva se manifiesta en acciones violentas de odio, que producen daño físico o verbal a las personas (sean adultos o niños): dar golpes, patadas, pellizcos, burlas, amenazas, empujones...Esas conductas tienden a disminuir entre los cuatro y los cinco años, pueden considerarse como conductas agresivas normales, cuando se van sustituyendo por otras formas de expresarse y llamar la atención , a través del proceso de socialización.
Pero si el comportamiento es extremadamente agresivo en la infancia, esto puede dar lugar a que esa agresividad perdure y se manifieste en la adolescencia e incluso en la edad adulta, esta conducta puede calificarse de "grave" cuando es repetitiva y estable, cuando es una conducta antisocial.
Para los psicólogos del aprendizaje, los comportamientos agresivos se aprenden por imitación, por lo tanto, si los adultos que rodean al niño emplean la violencia o la agresividad, tanto de palabras como de actos, para controlar la conducta agresiva del niño, está ofreciendo un modelo de conducta agresiva sin ser consciente de ello.
Por otra parte, tenemos que ser observadores para identificar si la agresividad viene motivada por algún tipo de inseguridad, sentimientos de inferioridad...
Teniendo en cuenta que no son adecuados ni los estilos totalmente permisivos ni los autoritarios para el buen desarrollo de las conductas del niño, por que tanto una, como otra generan conductas agresivas.
Los niños necesitan control de los adultos y limites, pero nunca llegar a la fuerza y el castigo, para adquirir e interiorizar las conductas y normas de comportamiento adecuadas, deben sentir que el adulto está pendiente de él, de sus necesidades.
El adulto debe evitar situaciones de competencia y rivalidad con otros niños, para no despertar sentimientos de inseguridad, ansiedad...Es muy importante fomentar los comportamientos cooperativos, haciendo que los niños con más ventajas en ciertas cosas, ayuden a los demás. También es importante pedir a los niños que colaboren en la elaboración de las normas de la casa que faciliten la convivencia (no dejar que ellos decidan o al final se haga lo que ellos quieran sin limite), de esta forma las normas no son impuestas por el adulto, sino, negociadas entre todos. Escribir estas normas y colgarlas en algún sitio visible de la casa es muy recomendable, así el niño las tendrá presentes.

Espero que os haya gustado la entrada y hasta la próxima.
Saludos.

5 comentarios:

  1. Hola buenos dias, muy interesante el tema, ademas, estoy segura que a quien mas o a quien menos le interesa, puesto que todos vamos a pasar por ciertas situaciones y que mejor que saber como afrontarlas, y tener la seguridad de que lo estamos haciendo bien.
    Me surge una pregunta despues de leer esta entrada: ¿Que crees que debe hacerse cuando se produce una conducta mas o menos agresiva y se le regaña al niño/a explicandole que no esta bien su comportamiento y éste no entra en razones? me gustaria saber tu opinion.
    Gracias y seguire tu blog con atención.
    un saludo.

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  2. lo que describes me ha ocurrido en alguna ocasión; yo llevo a la práctica una técnica que conocí, y la denominan "extinción", y es pasar olímpicamente de esta conducta del menor. Mayormente me ha dado resultados, porque el crío se cansa de que no le prestes atención pero si es cierto que ello puede provocar una reacción aún más violenta. Cuestión de valorar la gravedad del asunto y adoptar medidas relevantes que solucionen verdaderamente el problema, como cuestionar nuestro papel como modelos, afectividad hacia los menores,...
    Saludos y ánimo con el blog

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  3. Hola jesús, pues si, ignorar sus conductas en esos casos es muy efectivo, pero también es necesario reforzarle las conductas cuando se han calmado y han recapacitado,decirles que cuando se calman y obedecen nos gusta mucho estar con ellos, así también les estaremos dando un ejemplo de conducta correcta, con el reforzamiento oral.Muchas gracias por seguir el blog.Saludos.

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  4. Desde un aula este tipo de conductas son absolutamente diferentes,es muy raro por no decir imposible que se den como pataletas y estas formas de llamar la atención,.
    El principal objetivo debe de ser que pretende el niño obtener con esta actitud y valorar la transcendencia que supone dejarle, razonarle, o simplemente ignorarle y hacer otra cosa, pero haciendole entender que asi no, tajante y drasticamente, nosotros somos los adultos y responsables de su actitud ante nosotros.
    Las rabietas asi como el llanto es el lenguaje de la incapacidad para asimilar las frustraciones, no hay que dar demasiadas explicaciones a un niño/a no van a entender lo que no es importante para ellos/as, nosotros tenemos que dosificar su ira con nuestra calma y acontinuación valorar con ellos/as que provecho han sacado de la rabieta.
    No se trata de dar lecciones ni formulas magicas, se trata de escuchar lo que los niños/as nos quieren decir cuando se enfadan, aunque no queramos escucharlo.

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  5. Alfonso, este blog no trata de que actitud debemos tener en el aula, ni de dar fórmulas mágicas a nadie, este blog trata de dar una orientación a los padres, que cada uno interprete la información como quiera, solo es orientativo.No quiero utilizar lenguaje técnico, quiero que la información que se da en el blog sea comprensible y llegue al máximo número de personas posibles.
    Gracias por el comentario.
    Saludos.

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